domingo, 23 de febrero de 2014

La Bella y la Bestia

Sí que hacía tiempo que no publicaba nada, ¿no?. La verdad es que no me gusta encasillarme en estructuras fijas todo el rato, y me empezaba a pasar que, a pesar de que hice este blog para hablar sobre el contenido de las películas puramente como tal, los post se estaban quedando en una descripción técnica muy esquemática de las películas, sin introducirme de lleno en el mensaje que transmiten como pretendía.

Tras esto decir que he "re-visto" una película que seguramente, si estás leyendo este post, hayas visto ya. En principio era algo que publiqué en mi Facebook, así que el formato está un poco desordenado, pero aquí os lo dejo igualmente.




Ver películas Disney que marcaron tu infancia a los 23 años te hace verlo todo de un modo diferente. Incluso me ha hecho sentirme un poco más adulto. Voy a dejar caer un par de cositas que me han llamado la atención sobre La Bella y la Bestia.

1- Está claro que la peli se hace en 1991, época en la que todavía había un machismo tremendo en la sociedad mundial, lo cual es remarcable en la bestia... y no sólo eso, sino que de ahí me salen varias cosas a remarcar. La bestia en la primera mitad de la película tiene el perfil de un maltratador. Os invito a pensar: gritos, malos modales, agresividad, destrucción de mobiliario (¿tenemos que llamar a hermano mayor?). Sólo le falta endiñarle a Bella en la cara cuando se cuela en el ala oeste. Es cierto que según se va enamorando de ella va cambiando, pero a mi ya no se me quita de la cabeza que esta historia de amor nace de un tío violento que, por toda la cara, encierra a una chavala en su castillo para que de algún modo ella se enamore de él y pueda volver a ser humano.

2- Bella, una joven que es diferente a las demás porque ¡ojo! ¡es una mujer que lee! ¿cuándo se ha visto a una mujer leer y rechazar los bíceps de un muchachote como Gastón? ¡Qué rara esta Bella! en lugar de preocuparse por potenciar su belleza, por muy guapa que sea ya. Nos introducen la protagonista como una mujer fuerte y revolucionaria, que se doblega y entrega su libertad a una bestia violenta para salvar a su padre.

Me llama la atención además una parte en concreto: cuando se escapa del castillo y le atacan los lobos, llega la bestia, la salva arriesgando su vida, y vuelven al castillo. Se me venía a la cabeza todo el rato la típica españolada de mujer maltratada que luego aparece su marido autolesionado y arrepentido y ella vuelve porque es su hombre. La mente de un niño no se daría cuenta, pero la bestia estaba persiguiendo a su prisionera, a la mujer a la que pretendía usar para romper su hechizo, y unos lobos iban a destruir su oportunidad de volver a ser humano, ¿qué va a hacer la bestia? ¿dejar que la maten y esperar a que vuelva otra jovencita al castillo? ¡Claro que no! ¿y cómo lo interpreta Bella (y nosotros)? como que la bestia es muy buena porque le ha salvado la vida. Este es un momento clave en esta historia de amor, porque ella empieza a quererle porque piensa que realmente él se preocupa por ella, y él empieza a cambiar simplemente porque ella ya no le rechaza ni le pone pegas (para ir a cenar, o para ir a bailar, por ejemplo)... y ¡PUM! "Se oye una canción....".

3- El servicio. Parece una tontería, pero ahí están, trabajando de balde, porque tampoco es que la bestia traiga dinero a casa (no me lo veo trabajando en un McDonalds o algo), pero ahí está el tío, en su pedazo de castillo, con un ejército de servidumbre que se doblega ante él y lo quieren, ¿por qué? porque son la clase baja, el servicio, y si no sirven no son felices... Hombre, que una cosa es tener vocación, pero le estamos diciendo a los niños que hay dos tipos de personas: las que mandan y las que son mandadas, y que los segundos son así por gusto. ¡Ólei! ¡Pues yo cuando sea grande quiero ser mayordomo y servir a un gran señor! que es muy digno, si, todo trabajo dignifica, pero que a mi esto me huele a separación de clases pura y dura.




Está claro que el lema de Disney no es otro que, como bien dicen en Mary Poppins, "con un poco de azúcar esta píldora que os dan, satisfechos tomaréis". Pero por otra parte voy a tirar una pequeña lanza a favor de la peli, y en concreto a favor de la bestia, por un detalle que como niño nunca pensé, pero que como adulto me ha gustado.

Ya he dicho que la bestia es al principio de la película un maltrador, pero también es verdad que una vez que Bella se enamora de él, el personaje cambia por completo. Y en esto veo concretamente dos gestos que me han parecido muy positivos:

1- Que las personas cambian. Ayer mismo le decía a mi hermano que no podemos juzgar a las personas por sus actos tal cual, sino que debemos preguntarnos el por qué de las cosas, y dar a la gente el beneficio de la duda y la posibilidad del cambio, y he aquí un ejemplo. Llamadme romántico, o tal vez en este aspecto Disney sí que llegó a hacerme ese lavado de cerebro, pero yo creo que el amor cambia a las personas (no exclusivamente para bien, como en este caso), pero me gusta el hecho de que la bestia, una vez que descubre que ella puede amarle, está dispuesto a hacerlo todo por ella, y deja de ser violento, y se vuelve una persona (o cosa) pacífica y afable, hasta el punto que me lleva al siguiente gesto positivo.

2- (Mensaje lanzado ya por cientos de obras, pero que no había visto antes en esta) Si quieres a alguien déjalo libre, y si vuelve, es que realmente te quiere. Que sí, que soy un romántico, pero me pareció bonito ese detalle de que la dejara irse, aún a riesgo de perder todo lo que había conseguido hasta ese momento para llegar a su propósito, renuncia a ese propósito porque realmente la ama, y pone por encima su libertad, a sus ansias de volver a ser humano, qué bonito, ¿no?.

Y bueno, cómo me he extendido, ¿no? xD sí que ha dado de sí el sindrome de estocolmo de Bella.

sábado, 4 de enero de 2014

South Park [análisis general]

Recientemente he terminado un viaje retrospectivo en el tiempo que empecé en septiembre de 2013 y partía de 1997: he finalizado la visualización de las 17 temporadas de la serie americana de animación para adultos South Park.



Esta crítica puede ser grosera e irreal. Las expresiones malsonantes son pobres imitaciones. Debido a su contenido les aconsejamos que no la lean.


Diría que no me equivoco al decir que todos habéis visto alguna vez algún episodio de esta serie, y creo que nadie podría negar haber lanzado por lo menos alguna carcajada con sus personajes, su lenguaje o su violencia. Pues con este recuerdo de mi adolescencia me dispuse a empezar la serie desde cero, con una visión adulta y crítica, y por supuesto con muchas ganas de reirme de la brutalidad de sus personajes.

A rasgos generales, South Park es una mordaz autocrítica de la sociedad estadounidense y mundial y de los temas de actualidad. Una crítica atrevida y ofensiva, y sobre todo con un humor único, tan negro, escatológico, polémico, y sobre todo (válgame la redundancia) humorístico per se, que hace que tus ojos y tu boca se abran de par en par para que puedas así recibir mejor la dosis de realidad que pretenden transmitir. Los temas de actualidad son tratados de forma cruda y con sutiles matices en las opiniones de los personajes o claros simbolismos que inducen a la reflexión a cerca de grandes verdades tabú o secretos a voces.

¿Es Kenny tan pobre, Stan tan protagonista, Kyle tan judío, o Cartman tan gordo, hijo de puta, xenófobo, racista, clasista, antisemita y retrógrado? Si, lo son. Si hay algo más destacable que la perspicacia y lo mordaz de las críticas y el humor de South Park son sus personajes, quienes hacen de la serie lo que es, cumpliendo cada uno fielmente con su rol desde el principio hasta el final de la serie. Aún con esta fidelidad es observable una leve evolución en cada uno de ellos a lo largo de sus 17 temporadas, como Cartman dejando atrás parte de su infantilismo con el asesinato de sus peluches, o Stan y su apatía cuando todo lo que ve o escucha parece o suena a mierda.

Además de esto, es una serie llena de referencias, parodias de otros programas, de famosos y de películas que no dejan a nadie indiferente. Entre otras podemos citar a Tom Cruise en el armario, la violación de Indiana Jones, los piratas sirios, Mecha Babura Sutoreisan, Juego de Tronos, Batman/The coon, Pokemon/Chimpokomon, el programa de Oprah, el cambio de Miley Cyrus/Foofa y muchas más.
Foofa tras abandonar su programa infantil para lanzar su carrera en solitario
George Lucas y Steven Spielberg violando a Indiana Jones


Con el avance de las temporadas se nota no sólo el desarrollo de los personajes, sino también de la calidad de la animación y de la producción, producto del éxito de la serie y del desarrollo tecnológico acontecido en sus 17 años de emisión. Con todo esto, no abandona su simple estilo de animación en stopmotion con movimientos muy marcados y dirigidos a su acción pertinente.

La evolución de Mecha Babura Sutoreisan desde el episodio 12 al 201

No puedo pasar sin decir que algún capítulo me ha ofendido, y me ha ofendido más que un poco, concretamente capítulos completos (si cabe ser más concretos Chimpokomon y aquel otro en el que se burlan de la masacre de Hiroshima), aunque por otro lado, sería triste que no me hubiera ofendido ningún episodio, ya que se trata de una serie cuyo humor "pretende ofender a todos por igual, sin distinción o posicionamiento político".

Y es que la serie no deja hueco para que nadie se libre, atacando despiadadamente a la iglesia católica, a la cienciología, al islam, a las diferentes sexualidades así como a los cambios de sexo, e incluso las propias reacciones a su crítica por parte de los famosos o de la sociedad debido a su lenguaje ofensivo y a su humor violento y escatológico.

Tom Cruise ofendido por que lo llaman por lo que es, un Fudge Packer (empaquetador de chocolatinas/compresor de caca/marica)
Con todo esto, diría que un 80% de los episodios van a hacerte ejercitar el cerebro en referencia a numerosos temas sociales, y el 100% van a hacerte reir. No se pueden dejar pasar los grandes toques de humor en cada episodio, el gran entretenimiento que supone y ausencia de fecha de caducidad de su humor.

Screw you guys, I'm going home!

jueves, 2 de enero de 2014

A propósito de Llewyn Davis

Si me pones un cuchillo en el cuello y me pides el dinero que cuesta una entrada de cine acabamos antes. Me llena de insatisfacción volver después de una hora y cuarenta y cinco minutos en el cine de ver A Propósito de Llewyn Davis, un filme que no cuenta nada nuevo a todas esas personas que conocemos  a alguien interesado en dedicarse a la música como intérprete.



Así es, es triste pero cierto, y no sólo eso, sino que si empezamos a analizar minuciosamente la película, los planos no iban más allá de cualquier película decente que pueda dirigir cualquier entendido; el colorido igual, totalmente aleatorio; y vestuario y caracterización no tenían por donde fallar.

Podríamos decir que de los pocos aciertos que tiene es la banda sonora, y no por nada, sino porque las canciones son bastante bonitas, aunque no las he entendido muy bien, porque mi listening no es tan bueno con la música, y porque los subtítulos estaban situados tan abajo que no aparecían en la pantalla del cine.

La trama ha sido lenta y poco emotiva, me ha hecho pensar que la película es una especie de drama soso que te deja indiferente, porque, siendo un poco malo y spoileador, todo lo que pasa en la película es que el señor Llewyn Davis quiere dedicarse a la música y no consigue vender, además de otras penurias aleatorias que le rodean, y para colmo termina igual que empieza, sin añadir nada nuevo.

El reparto no ha estado mal, y con esto me refiero a que al menos los actores interpretaban bien su sosez, aunque John Goodman y Justin Timberlake están ahí como reclamo haciendo personajes sin sentido (especialmente Goodman, que es un cascarrabias epiléptico que sólo sale en un coche diciendo gilipolleces y luego le da un ataque, se queda sólo en el coche, y a saber qué le pasa).

Y llega el momento en el que intento reflexionar y pensar que algún mensaje, algo, alguna moraleja, algo que aprender. ¿Que hay que ser responsable y labrarse un porvenir? ¿Que cuando las cosas van mal siempre pueden ir peor? ¿Que la industria discográfica es cruel? ¿Que los cantautores folk son unos rompebragas?

¡Devuélvanme mis 2,50€ (bendito Cinesur y sus descuentos con la tarjeta 5) y mis 105 minutos!

Machete kills

Estamos de vuelta con un título un poco polémico a la hora de calificar, ya que Machete, como buena parodia de las películas de acción, es una película demasiado bien producida como para tomársela con el merecido cachondeo que requiere. Pero sin duda, una vez somos capaces de entender que estamos viendo una parodia exagerada y absurda, podremos disfrutar de la gran película de la que se trata: Machete Kills.



Como la última vez vamos a empezar con lo visual, una joya que disfrutar en esta película. Aunque los planos pierden excelencia comparada con la primera película, Machete Kills tiene unos magníficos contrapicados y planos generales. De igual forma, el colorido (al menos durante la primera mitad de la película y en algunos planos sueltos de la segunda mitad) está bastante cuidado, y es un orgasmo para los ojos. Los efectos especiales están muy conseguidos, incluso viendo la película en HD, aunque he de decir que ha habido mucha menos sangre de lo que esperaba.

La banda sonora es bastante adecuada, aunque no es demasiado destacable. Eso sí, en ocasiones me recordó mucho a la de Kill Bill Vol.2, pero no es tan buena.

La trama tiene un ritmo perfecto: no deja que te aburras en ningún momento porque siempre está pasando algo que no te quieres perder, y está tan llena de giros sorpresa (la mayoría absurdos y muy sorprendentes) que no querrías apartar la mirada ni perderte lo que dicen en un tramo de dos minutos, porque perderías el hilo de la película por completo.

El reparto es genial, lleno de cameos al igual que la primera, y esta vez incluyendo bombazos como Lady Gaga, Sofía Vergara o Charlie Sheen entre otros, y en su mayoría todos estos actores guardan en sus personajes un trocito de lo que ellos son de cara al público (Charlie Sheen como presidente de EE.UU. diciendo como golpe final de su discurso "for me winning is only the beginning" es muy grande).

En general, las escenas de acción son brutalmente buenas, y repito, teniendo en cuenta que se trata de una parodia de las películas de acción, y que las escenas no hacen más que parodiar la inverosimilitud de estas películas. La película goza de grandes escenas épicas, mencionando alguna, la persecución con Sofía Vergara, sus metratetas y sus secuaces, y Lady Gaga tras Machete. Nos deja bien claro que no sólo van a reírse de las pelis de acción, sino que también se suman a estas trilogías en las que la trama de la primera película es una cosa, y la de la segunda y la tercera están directamente enlazadas (véanse Millenium o Los Juegos del Hambre entre otras).

Una cosa mala si voy a decir, y es que el argumento se les ha ido de las manos. Aún entendiendo que se trata de una parodia; que la primera peli surgió de un trailer de broma, y que la segunda tuvo el mismo trailer en el que parodiaban las segundas partes sin sentido; e incluso que la tercera parte se anuncia en esta misma película con muchas pinceladas de Star Wars; Machete surgió como una exageración de las películas de acción en un ambiente sureño estadounidense y mexicano, y la cosa empieza a tomar unos tintes de ciencia ficción espacial, y esta transformación me parece demasiado enrevesada.

Más allá de todo esto, la película muestra cómo, aún siendo lo más grande, en muchas ocasiones hemos de tragarnos nuestro orgullo por los que nos importan; cómo debemos andar siempre alerta con lo que creemos que conocemos, y dar el beneficio de la duda a aquello de lo que desconfiamos. Pero sobre todo, si algo nos enseña esta película, al igual que su saga completa (confiemos en que la tercera seguirá siendo así) es que el cine de acción sólo sirve para reírse de él.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

La leyenda del samurái: 47 ronin


Con un poco de expectación (aunque mayormente negativa) hoy he alimentado mi cabeza con "La leyenda del samurái: 47 ronin". Y si, la expectación era más bien negativa, y esto se debe a varios motivos:

1- Producción y dirección americana (que no os engañe Walter Hamada, lo suyo es el terror más típico americano) para una película de raíces japonesas: mi sentido japónico me dice "¡alerta! ¡grandes posibilidades de esperpento!".

2- ¿Qué podría pintar Keanu Reeves entre 46 japoneses en el Japón feudal? Altas probabilidades de ver como un occidental es el puto amo y deja en ridículo a los otros 46 samuráis durante una hora y 50 minutos.

3- Y aún más escalofriante que la anterior... ¿QUE COJONES PODRÍA PINTAR ZOMBIE BOY EN UNA PELÍCULA DE SAMURÁIS DEL JAPÓN FEUDAL?

4- ¿Seriously? ¿Extranjeros plasmando el Japón feudal? Sé que me repito del motivo número uno, pero, ¿Seriously?.

En fin, que hoy me dirigía al cine con esas ideas en la cabeza, dispuesto a despotricar horrores aquí, en mi primera entrada en mi blog, pero resulta que voy a empezar mi blog metiendome la lengua en el ano.

Hoy, he tenido más de un orgasmo visual. Y si, voy a empezar hablando de la fotografía, porque en este tipo de japoamericanadas (¿o americanadas japonizadas? ¿japonadas americanizadas? el aliento de mi gato huele a comida de gato) hay altas probabilidades de que me ocurra. El vestuario, así en general, ha sido acertado, es decir, era armónico y tal, aunque fiel, fiel, lo que se dice fiel... en general la caracterización (peinados, maquillaje, vestuario...) ha sido medianamente acertada, pero con grandes patazos como puede ser el samurái con peinado de Skrillex, la hija del señor feudal con rizos de acabar de salir de la peluquería del siglo XXI y coger el próximo tren del tiempo, y más de un traje de este mismo personaje que tenían unos toques muy ladygagescos, entre otras cosas. Los planos y los escenarios han sido una pasada también, aunque más de una vez he dudado si estaban en Japón o en la Tierra Media, pero tiene un pase, especialmente por el buen sabor de boca que deja el plano final, con el puente, la pagoda de fondo, la torii en el agua, la vegetación y los colores del cielo. Exquisito.

La banda sonora también me ha parecido bastante destacable, al principio llegué a pensar que era de John Williams (Memorias de una Geisha, Star Wars...), pero no nos engañemos, no llega a ese nivel.

Al parecer el reparto goza de grandes actores sacados de películas dirigidas por el gran Kurosawa, y a la vez se mezclan con actores contemporáneos consolidados (nuestro amigo Keanu) y con estrellas emergentes como Rinko Kikuchi. De esta última voy a detenerme a decir que me está sorprendiendo mucho como actriz. La he visto hasta ahora en tres películas (ésta, Pacific Rim y Tokio Blues), en las tres ha hecho papeles totalmente diferentes, y en las tres lo ha bordado. Al parecer en Japón está bastante consolidada, con más de 30 películas y alguna que otra serie a sus espaldas, pero en cuanto al mercado internacional Kikuchi se está empezando a vender, y lo está haciendo muy bien.

La historia está bastante bien, no cojea demasiado y el avance lleva un buen ritmo y te hace permanecer atento durante el transcurso de la película. Digamos que no me parece demasiado sacrílega, incluyendo la aparición de Tokugawa y Zombie Boy en la misma película.

En conclusión le pongo un 8.

Eso es todo por hoy, espero animarme a escribir reseñas de otras películas y de más contenido audiovisual en general pronto, y no quedarme sólo en contenido técnico como en ésta.

¡Un saludo, cinéfilos!